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PUNTADA CON HILO, COMUNICACIÓN DE MUJERES, fue un periódico en papel que circuló en los años '90. Nos definimos feministas y "con perspectiva de clase".

Salíamos mensualmente en todo chile, también llegábamos a otros países latinoamericanos. A organizaciones de base, tanto de mujeres como mixtas, llegábamos sin costo alguno o hacíamos un trato: una sola suscripción a cambio de varios ejemplares cada mes. Las ONGs e instituciones en cambio debían pagar sus suscripciones completas.

PUNTADA CON HILO se destacaba por un lenguaje directo, cercano, claro y por manejar como sus fuentes primarias los testimonios de las propias mujeres, sus experiencias, sus formas de evaluar los acontecimientos políticos y sociales, sus denuncias, sus ideas y elaboraciones políticas y culturales. Las "autoridades" en diversas materias, no pasaban de ser un apoyo secundario -tal como las estadísticas e informes oficiales-.

Denunciamos la falsedad de la llamada "vuelta a la democracia", las manipulaciones de los partidos políticos, rechazamos la instrumentalización de la lucha popular que hicieron -y hacen- la mayoría de las ONGs e instituciones -con honrosas excepciones-. Destacamos el feminismo popular, la mirada de clase y nos esforzamos por no caer en la sobreideología que daña -desde nuestra perspectiva- las luchas sociales. Hablamos mucho desde lo íntimo y desde los procesos que hacemos las mujeres en lo personal que es lo que realmente -estamos seguras- construye lo político cuando hay organización.

jueves, 23 de agosto de 2012

CHILE: ABUSOS SEXUALES A JÓVENES QUE PROTESTAN

(Protesta ITPUCH 2007)

Abusos sexuales a jóvenes que protestan
ANTE LA TORTURA, SOLO AUTONOMÍA
No obstante el olor de sus discursos, los Estados envían a sus policías a humillar sexualmente a las mujeres y a las jóvenes, especialmente cuando los confrontan. Las sociedades también. “Se lo merecen”, dicen algunos, y otras lo piensan, pero lo callan -por lo mal que suena ahora con tanto discurso de género-... Nada nuevo. Corrían casi los 80 -1979- mes de mayo y nos detuvieron…

Fueron subiendo al bus a más y más adolescentes, si la memoria no me falla, más chicas. En algún momento ya estaba oscuro y llegamos a una comisaría. Mujeres a un lado, hombres al otro. ¡Mujeres contra la pared! Insultos y manoseos incluidos. “Manoseos”, así se decía en ese tiempo, ahora sabemos que es abuso sexual.  

¡Hombres hacer flexiones! ¡Las maracas – nosotras- al piso, que a estas las tocan todos! Si andan en estas cosas es porque son así: medioputas… En el siglo 21, he oído nuevas versiones de lo mismo. Los discursos cambian como el viento y ahora pueden culparles manteniendo una conveniente prudencia generista: “Les pasó por querer exhibirse”. En suma, se lo merecen. Por violentistas, locas, putas o pensar distinto. El punto es que gritar, protestar, indignarse, confrontarte, se castiga.

UNA QUE SE NEGABA  
Volviendo al 79 del $hile ocupado por la dictadura, en algún momento, ya oscurecía y subimos a una cuca. Esos vehículos pequeñitos y hediondos de vómitos y caca, con rejas en los remedos de ventanas. No sé cuántas éramos, muchas. ¡Bajarse todas las mierdas! ¡Rápido, putas! Lumazos, palos, más manoseos. ¡Contra la pared! ¡Se van a morir las wevonas!... No sé de armas, no las conozco, no identifico sus sonidos, pero alguna dijo: “Pasaron bala”… Una vez, otra vez, más gritos, más insultos. No sé cuánto tiempo. No nos morimos. Era tal vez de madrugada y llegamos a la novena –comisaría-. Esa no la olvido. Subimos a una especie de pista con ventanas alrededor. Mujeres pacos nos ordenaron sacarnos la ropa: “¡Toda!”. Pero una niña de no más de 14 años, no quería quitarse los calzones. Tiritaba, sollozaba. Se vivía en su llanto la aberración de lo que nos estaba pasando. Aberración a la que el resto nos sometíamos sin chistar, tal vez por ese adiestramiento callejero con “piropos” y cotidiana pedofilia que tantas hemos enfrentado siendo aún niñas. Algo distinto pasaba con ella, no sé qué. Su hermana la contenía, le rogaba: “¡Quítatelos, la paca nos está mirando!”. La mentada paca se acercó furiosa... No recuerdo qué pasó en ese momento. No está en mis imágenes de memoria. Mentiría si dijera que le pegaron, que se los quitaron –los calzones- o que se los quitó… Simplemente se me borró… Recuerdo luego un momento en que miré hacia arriba y en todas las ventanas había pacos, hombres, machos, disfrutándonos desde su galera. Disfrutando nuestra desnudez aterrorizada, vulnerable, adolescente y hasta infantil. Masturbándose con el espectáculo, como  todo violador.
Ni psicópatas, ni enfermos: torturadores violadores, pero no cualquiera, criminales machistas desde el Estado que asumen esta estrategia… También sociedades y hasta movimientos sociales, que les tapan de acuerdo a sus intereses políticos de turno.   

¿Y CON LA “DEMOCRACIA” GENERISTA?
Claro la historia contada es vieja. Fue en dictadura, me dirán… Pero en noviembre de 2007, con democracia generista enarbolada, pasó lo mismo en el $hile de la alegría que no llegó. Desde la Memoria Feminista, feministas autónomas, y el Equipo feminista de la Casa “ACOGIDA”, denunciamos lo siguiente: “…fui detenida por fuerzas especiales de Carabineros el día martes, a las 21:00 horas aproximadamente. Los cargos que formularon en la Fiscalía fueron: provocación y utilización de objetos contundentes como ácido, piedras y pinturas contra Carabineros. Pasamos la noche en la doceava comisaría de San Miguel donde junto a otras 5 compañeras fui desnudada, revisada, humillada, durante toda una noche, el día de hoy pasamos a control de detención donde nuevamente fuimos desnudadas y humilladas… encerradas en calabozos, esposadas durante toda la mañana, fotografiadas…”.

Es el relato de una estudiante del ITPUCH sobre la noche del 6 de noviembre de 2007. La toma del Instituto y las protestas de estudiantes que se sentían estafados, se habían iniciado una semana antes, el 29 de octubre. Habían denunciado también en la calle con pancartas y lienzos y habían sido reprimidas por fuerzas especiales de Carabineros con carros lanzaguas, gases lacrimógenos y toda la parafernalia ya conocida. Cuando arrancaban se refugiaban en las dependencias de su Instituto, que estaba entonces – hoy no sé- en el Servicio de Salud Sur en la Gran Avenida. En ocasiones, les devolvían a los pacos las mismas bombas que ellos les lanzaban. Como respuesta, Carabineros entró a las dependencias del Servicio de Salud Sur, rompiendo las rejas. Lo mismo volvió a suceder el 6 de noviembre. Esta vez la represión fue con agua con químicos y gas pimienta -cuyos efectos permanecieron al menos 24 horas y provocaron el cierre del Consultorio y el Jardín Infantil ubicados a un costado del Servicio-. Cuando la represión parecía “calmada”, algunas mujeres salieron de la toma para ir al metro. Los estudiantes con las autoridades educacionales habían llegado a un acuerdo previo de que la represión cesaría. Pero las jóvenes fueron cercadas por hombres de civil que dijeron ser Carabineros y se las llevaron detenidas. El relato de la estudiante da cuenta de esa detención*.

En 2008 con la lucha pingüina, era secreto a voces que a las niñas las abusaban los pacos en sus detenciones, pero se callaba. ¿Cuántas veces, ha habido acoso y humillación sexual a lamngen en los allanamientos del E$tado $hileno al territorio mapuche? Con un gobierno u otro, con presidenta o presidente… Es como si la tortura sexual a las mujeres fuese más tolerable que otras cosas… Total es lo de siempre: en la familia, en la pareja, en el colegio, en el trabajo, en el grupo de amigos, en los abortos clandestinos, en el partido... Las mujeres no deben exponerse ni “exhibirse”, ¡ya saben lo que les puede pasar!… ¡Es su responsabilidad!

En los últimos días la ONG Corporación Humanas denuncia por la prensa masiva que ha recibido graves casos de violencia sexual de Carabineros hacia alumnas: “Múltiples denuncias de desnudez forzada y violencia genérica de parte de Carabineros contra estudiantes secundarias detenidas tras los desalojos de los liceos de Santiago”.

Es probable que hoy exista más atrevimiento y autoconciencia en las mujeres y las jóvenes... Cada vez más atrevidas las mujeres de un pueblo que no se ha rendido ni con izquierdas renovadas ni con derechas. Hay convenciones, sí -que disque que nos srvirían- declaraciones enarboladas por instituciones internacionales diversas, pero no es esa la letra que nos defiende. Sólo las propias mujeres organizadas y de seguro, muchas jóvenes, seguirán transitando por la autodefensa, esa de cuando hay autoconciencia autónoma… autónoma de Estados, de gobiernos, de partidos y de discursos maquillados. 
Victoria Aldunate Morales

* En este enlace se puede ver el artículo denuncia al que nos referimos: http://memoriafeminista.blogspot.com/2007/11/itpuch-ms-damnificados-de-la-educacin.html

ARGENTINA: LOS FEMICIDIOS, LA PEOR DE LAS ESTADÍSTICAS


Los femicidios, la peor de las estadísticas
X Mariana Carbajal
Según un relevamiento del Observatorio de Femicidios en la Argentina, en el primer semestre hubo 119 homicidios de mujeres por violencia machista. En al menos 16 casos, habían llegado a hacer denuncias. Por estas muertes, 161 hijas e hijos perdieron a su madre.

Gilda Mariana González tenía 33 años y vivía en Río Cuarto, Córdoba. El 1º de febrero fue baleada y agonizó varias horas hasta morir en un hospital. Su ex marido se entregó por el hecho a las 24 horas del ataque. Sobre él pesaba una orden de captura desde un par de días antes por una golpiza brutal que le había dado a la mujer. El de Gilda es uno de los 119 homicidios de mujeres por violencia de género que se registraron en los primeros seis meses del año, de acuerdo con el relevamiento que lleva adelante el Observatorio de Femicidios en la Argentina, coordinado por La Casa del Encuentro. La cifra significa que cada tres días dos mujeres fueron asesinadas en el país por el hecho de ser mujeres. En siete de cada diez casos, el presunto agresor resultó el marido o ex pareja de la víctima. Uno de los daños colaterales más dramáticos de los femicidios es la cantidad de chicos y chicas que quedan huérfanos brutalmente: 161 hijas e hijos perdieron a su madre como consecuencia de la violencia de género, de los cuales al menos casi un centenar son menores de edad. “Es necesario considerar a la violencia sexista como una cuestión política, social, cultural y de derechos humanos, de esta forma se podrá ver la grave situación que viven las mujeres, niñas y niños en la Argentina como una realidad colectiva por la que se debe actuar de manera inmediata”, señaló a Página/12 Fabiana Tuñez, coordinadora de La Casa del Encuentro, al evaluar las estadísticas.

BOLIVIA: 9 DE 10 CASOS DE VIOLACIÓN CONTRA MUJERES


Cada día se registran de 3 a 5 denuncias
Villena: 9 de 10 casos de violencia sexual en el país ocurre contra mujeres
 Noticia enviada por Leny
El defensor del Pueblo, Rolando Villena, en el acto de posesión de la red de lucha contra la violencia infantil, informó que el 91 por ciento de los casos corresponden al sexo femenino y un 9 al sexo masculino, según reportes de las defensorías de la Niñez y Adolescencia, en el eje troncal.

Las defensorías municipales reportan que nueve de 10 casos de violencia sexual son a mujeres y el resto a los varones. Las víctimas generalmente tienen entre 12 a 14 años. Sólo uno de cada 10 recibe atención psicológica del total de los casos. En tanto, simplemente 1.247 personas fueron recluidas en cárceles por delitos de violencia sexual.

“En los municipios de La Paz, El Alto, Santa Cruz y Cochabamba se reciben entre tres y cinco denuncias diarias por violencia sexual infantil. Estos datos preocupan porque dejan en evidencia una contundente vulneración de los derechos humanos de niños y niñas”, agregó Villena.

los datos nos debe llevar al Estado y la sociedad en su conjunto a impulsar acciones coordinadas que busquen prevenir hechos que atenten contra la integridad física y sicológica de quienes no pueden defenderse frente a sus agresores, argumentó Villena.

La autoridad explicó que este tipo de violencia se mantiene aún invisibilizada porque persiste una  cultura patriarcal, adultocéntrica y discriminatoria, basada  en las relaciones de poder y dominación donde  el machismo valida el maltrato hacia la niñez para someter su voluntad sin poder de decisión y capacidad de reconocer sus derechos y libertades.

Las consecuencias de las agresiones sexuales en la niñez es traumática porque dejan profundas secuelas, muchas veces irreversibles como las alteraciones psicológicas y biológicas, corren el riesgo de contraer infecciones de transmisión sexual, VIH y Sida, embarazos no deseados, abortos realizados en condiciones de riesgo o quedar con discapacidad.

Los agresores, según los reportes, son casi siempre personas del entorno más cercano de las víctimas, quienes ejercen poder y tienen autoridad sobre ellas y  gozan de la confianza del grupo familiar.

La red contra la violencia sexual

La Defensoría del Pueblo junto a otras 18 entidades públicas y sociales conformaron la “Red de Protección de la Niñez y Adolescencia para una Vida Libre de Violencia Sexual” que trabaja junto a 49 instituciones de El Alto, Oruro, Cochabamba, Tarija y Sucre, en la prevención y atención de la violencia sexual.

La “Red en La Paz” tiene 19 miembros como la Defensoría del Pueblo, Gobernación de La Paz, Municipio de La Paz, Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges), IJM, Escuela de Padres, Plan Internacional, Fe y Alegría, Sembramos Paz, Cosechamos Vida, Sepamos, Cielo y Tierra-Alaxpacha, Universidad San Francisco de Asís (USFA), Cies; Ceprosi, Suma Qamasiña, Cuna y Aldeas Infantiles SOS.

El objetivo de la red es articular acciones entre el Estado y la sociedad civil en un esfuerzo común para contribuir a eliminar la violencia sexual contra la niñez y adolescencia mediante el trabajo de prevención, atención y protección para la incidencia en políticas públicas departamentales y municipales, realizando el control social en instancias públicas y evitar la retardación de justicia, discriminación y maltrato a las víctimas.
FUENTE: ERBOL