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PUNTADA CON HILO, COMUNICACIÓN DE MUJERES, fue un periódico en papel que circuló en los años '90. Nos definimos feministas y "con perspectiva de clase".

Salíamos mensualmente en todo chile, también llegábamos a otros países latinoamericanos. A organizaciones de base, tanto de mujeres como mixtas, llegábamos sin costo alguno o hacíamos un trato: una sola suscripción a cambio de varios ejemplares cada mes. Las ONGs e instituciones en cambio debían pagar sus suscripciones completas.

PUNTADA CON HILO se destacaba por un lenguaje directo, cercano, claro y por manejar como sus fuentes primarias los testimonios de las propias mujeres, sus experiencias, sus formas de evaluar los acontecimientos políticos y sociales, sus denuncias, sus ideas y elaboraciones políticas y culturales. Las "autoridades" en diversas materias, no pasaban de ser un apoyo secundario -tal como las estadísticas e informes oficiales-.

Denunciamos la falsedad de la llamada "vuelta a la democracia", las manipulaciones de los partidos políticos, rechazamos la instrumentalización de la lucha popular que hicieron -y hacen- la mayoría de las ONGs e instituciones -con honrosas excepciones-. Destacamos el feminismo popular, la mirada de clase y nos esforzamos por no caer en la sobreideología que daña -desde nuestra perspectiva- las luchas sociales. Hablamos mucho desde lo íntimo y desde los procesos que hacemos las mujeres en lo personal que es lo que realmente -estamos seguras- construye lo político cuando hay organización.

jueves, 14 de marzo de 2013

BOLIVIA, CHUQUISACA: FEMINISTAS CALLEJERAS, MARZO




Historias, Memoria y Luchas[1]
X feministas callejeras
“Soy mujer, y un entrañable calor me abriga cuando el mundo me golpea. 
Es el calor de las otras, de aquellas que no conocí, pero que forjaron un suelo común, 
de aquellas que ame aunque no me amaron, 
de aquellas que hicieron de la vida este rincón sensible luchador de piel suave y tierno corazón guerrero”.
Alejandra Pizarnick

Cobijadas en las palabras de Alejandra, queremos hablar del sentido que adquiere para nosotras “feministas callejeras” este 8 de marzo. Un día en el cual, invitamos a recorrer el tiempo y “recuperar la memoria de la historia de las luchas de las mujeres”, luchas que se han ido sucediendo en toda época, sociedad y cultura.
En este sentido, estamos aquí no porque organismos internacionales mandan a celebrar el día internacional de la mujer, si no, por conmemorar las luchas de las que nos precedieron, batallas que las mujeres hemos librado para contribuir a la emancipación de nuestros pueblos, o también para el reconocimiento de nuestros derechos, recordar que todo avance a favor de una vida digna como mujeres nos ha costado muertes, dolor, sacrificio e insultos. Es por eso, que no debemos olvidar que todo avance en leyes  internacionales o ncionales en todo tiempo, fueron y son sobre todo el fruto de nuestras peleas y sueños, no han sido concesiones de ninguna organización, institución o gobierno, es decir, la historia la seguimos construyendo con nuestras rebeldías.

Debemos tener presente que la historia de la humanidad, se ha construido con nosotras aunque las historias patriarcales y machistas siempre se han empeñado en invisivilizarnos, y es por eso que estamos seguras que muchas luchas se han perdido en la memoria, o a veces son tan cotidianas que les restamos importancia. Como mujeres, hemos estado presentes en las revoluciones nacionales, en el derrocamiento de las dictaduras, y en la conquista de nuestros derechos, en todas estos acontecimientos estuvieron y están las aimillas[2], las polleras, los vestidos, mini faldas y pantalones, es decir, a las que nos llaman, “indias”, “señoras”, “señorías”, “cholas”, “birlochas”, “chotas”, “locas” y “putas”, ya que mas allá de nuestras diferencias, siempre han existido mujeres que han soñado una Bolivia mas equitativa, o también porque fue o somos victimas de alguna forma de violencia en espacios privados o públicos.

También, en este día es necesario recordarle a la justicia la deuda pendiente hacia nosotras, hacia nuestras muertas y violadas, ya sea en época de dictadura o democracia, también por los feminicídios, y otros vejámenes que el patriarcado imprimió y continúa marcando nuestros cuerpos. Es por eso, que exigimos justicia para Sarah Hochstätter, Antonia Tinuco Castro, Denisse Lemaitre y otros casos de feminicídio y violaciones que quedan en la impunidad y el anonimato.

Finalmente, queremos recuperar la memoria corta, esa que nos permite contar la historia de la “Ley Integral para la mujer”, que el día de mañana se promulga después de 6 años de espera. Una espera que  fue larga, donde penosamente la realidad se tuvo que ensangrentar con mas feminicídios y violaciones, y otra vez nuestro gritos  y enojos se escucharon en las calles de toda Bolivia, y  estuvimos también en Sucre, en mismo lugar exigiendo la promulgación una Ley contra el feminicídio y justicia para las muertas y violada.

Comprendemos que esta Ley Integral, mas allá de sus falencias y vacíos significa un avance, pero también indica continuar un camino para vencer el patriarcado, ese que esta metido en lo mas hondo de nuestros pensamientos, hogares, instituciones, calles y Estado. Es así, que para nosotras “feministas callejeras”, este día no se celebra, si no más bien se conmemoran nuestras luchas, y será dentro de un año y en este mismo día y lugar donde pediremos cuentas de lo escrito.

Finalmente, un viva un jallalla[3],, por todas las mujeres las warmis[4], todas esas que son etiquetadas de “raras”, o “locas”, por soñar y construir un mundo y una Bolivia mas justa.
Feministas Callejeras
Sucre- 7 marzo-2013


[1] Leído el día 7 de marzo, en la ciudad de Sucre- Bolivia, en las puertas de la Gobernación
[2] Aimilla: Traje típico de las mujeres indígenas
[3] Jallalla: Palabra quechua y aymara cuya traducción es viva.
[4] Warmis: palabra quechua y aymara cuya traducción es mujer. 


Nuestros sueños y luchas construyeron la historia de las mujeres y los pueblos!!!

               


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