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PUNTADA CON HILO, COMUNICACIÓN DE MUJERES, fue un periódico en papel que circuló en los años '90. Nos definimos feministas y "con perspectiva de clase".

Salíamos mensualmente en todo chile, también llegábamos a otros países latinoamericanos. A organizaciones de base, tanto de mujeres como mixtas, llegábamos sin costo alguno o hacíamos un trato: una sola suscripción a cambio de varios ejemplares cada mes. Las ONGs e instituciones en cambio debían pagar sus suscripciones completas.

PUNTADA CON HILO se destacaba por un lenguaje directo, cercano, claro y por manejar como sus fuentes primarias los testimonios de las propias mujeres, sus experiencias, sus formas de evaluar los acontecimientos políticos y sociales, sus denuncias, sus ideas y elaboraciones políticas y culturales. Las "autoridades" en diversas materias, no pasaban de ser un apoyo secundario -tal como las estadísticas e informes oficiales-.

Denunciamos la falsedad de la llamada "vuelta a la democracia", las manipulaciones de los partidos políticos, rechazamos la instrumentalización de la lucha popular que hicieron -y hacen- la mayoría de las ONGs e instituciones -con honrosas excepciones-. Destacamos el feminismo popular, la mirada de clase y nos esforzamos por no caer en la sobreideología que daña -desde nuestra perspectiva- las luchas sociales. Hablamos mucho desde lo íntimo y desde los procesos que hacemos las mujeres en lo personal que es lo que realmente -estamos seguras- construye lo político cuando hay organización.

sábado, 21 de febrero de 2015

MANIFIESTO: DECLARO HABER ABORTADO

MANIFIESTO  DE LAS  343
Enviado X Su Conejeros/El Ciudadano

...El aborto libre y gratuito no es nuestra  única  plataforma de lucha. Esta demanda es simplemente una exigencia elemental. Si no se la toma en cuenta, el combate político no puede ni siquiera comenzar. 
 
Ser  siempre una misma. No sentir más el miedo a ser “tomada», a ser  aprisionada  en una trampa. A sentirse desdoblada, impotente, con esa especie de tumor incrustado  en nuestro ser. La idea de librar este combate me estimula. Si lo gano, a partir de ese momento comenzare a sentirme dueña  de mi  misma. Y no del Estado, de una familia, o de un niño  que no deseo.

Esta lucha nos permitiría controlar el flujo de nacimientos. Como cualquier otro productor, las mujeres deben poder controlar su producción. Utilizar  este control implica  transformar  radicalmente las estructuras mentales de las mujeres. Y una  transformación, igualmente radical, de las estructuras de la sociedad.

Yo hare un  niño, si  tal es mi deseo y  no sufro  ninguna presión moral. Ninguna  institución, o imperativos de orden económico, deberían  obligarme  a hacerlo. Está prerrogativa constituye mi poder político. Al igual que  otros agentes  productores, yo   puedo, si la situación lo exige, presionar a la sociedad  con mi producción  (huelga  de nacimientos)

En nuestra calidad  de mujeres nos oponemos a la ley Peyret. Al denominado proyecto  A.N.E. Ha, así como a cualquier  ley  que pretenda, de  alguna manera u  otra, regular nuestros cuerpos. No queremos que se promulgue una ley  más ventajosa para nosotras. Queremos  simplemente  que no haya  ley.  No pedimos   la caridad, pedimos simplemente justicia...SEGUIR LEYENDO


Fuente: El Ciudadano/Traducción de Georges Aguayo, escritor chileno residente  en Francia  (RIL editores)

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